"NO PIENSEN QUE HE VENIDO A TRAER SHALOM"
Shalom mis amados Ajim, Ajaiot ve Chaverim, la berahot del ABBA KADOSH sea con todos ustedes, compartiendo una vez mas por rahamin del ABBA KADOSH que lo permite, ha puesto en mi Lev esta reflexión el porque no hay shalom sino espada en este tebel injusto .
Dice la kitbei ha Kodesh “No piensen que he venido a traer Shalom a la eretz. No he venido a traer Shalom, sino espada. Porque he venido a poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos de un hombre serán los de su propia casa”.(Mattiyahu(Mateo) 10:34-36)
Dice la kitbei ha Kodesh “No piensen que he venido a traer Shalom a la eretz. No he venido a traer Shalom, sino espada. Porque he venido a poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos de un hombre serán los de su propia casa”.(Mattiyahu(Mateo) 10:34-36)
Cuando leemos este pasuk, el Rabi Yahushua definitivamente no se está refiriendo a la violencia que estamos viviendo hoy en día; me refiero a que si la nuera le cae mal a la suegra y por eso no la quiere, y no solo eso, sino que además le hace la vida imposible.
O que si en una mispahah(familia) cualquiera, hay una niña que va entrando a la adolescencia y que a causa de esa pubertad está de un carácter insoportable e incontrolable, y que a causa de esa tremenda rebeldía entra en contiendas constantes con la madre.
O que si en un hogar el esposo es alcohólico y por eso tiene de enemigos a toda su mispahah(familia); ya no lo quieren tener allí… No, para nada, esas son situaciones definitivamente causadas por otro tipo de problemáticas que día a día van ganando terreno en la gran mayoría de la sociedad, y que mientras sigamos sin hacer nada al respecto el enemigo lo va a seguir aprovechando para seguir destruyendo por completo a la humanidad.
Lo que el Rabi Yahushua nos está diciendo en este pasuk es que cuando le conocemos y tenemos la convicción de aceptar su llamado y seguirle, entonces eso va a implicar, de parte de nosotros, una fidelidad constante y definitiva a nivel espiritual que va a traernos consecuencias terribles en el terreno físico.
Las consecuencias: contiendas en nuestra casa, pleitos, conflictos que muchas veces nos arrastrarán a divisiones irremediables con los integrantes de la mispahah(familia), ya que muchas veces no son convertidos al verdadero Mashiah de Yisrael su nombre es YAHUSHUA, por lo tanto no aceptan que nosotros sí lo seamos y por eso en gran cantidad de casos se dedican a hacernos la vida imposible.
El padre terrenal de mispahah(familia) prefiere que el hijo que es creyente en el Mashiah, por ejemplo, se dedique a andar con mujeres e insiste hasta que finalmente lo consigue; la madre que conoce que la hija es creyente en el Mashiah, entonces le carga la mano con los que haceres de la casa con tal de no dejarle tiempo para estudiar la torah.
O tenemos el caso de la suegra, que en cuanto descubre que la nuera es hija de YAHWEH, entonces se enoja terriblemente en contra de ella porque dice que por eso descuida a su hijito, que ya no lo atiende como antes, y se dedica a hacerle dramas a la nuera peores que el propio marido; en fin.
Eso es lo que el Rabi Yahushua nos está manifestando en este pasuk; que muchos de los pleitos y disensiones que hay en los hogares serán por amarle, por seguir su camino, sus pasos; por eso cuando dice: No he venido a traer Shalom, sino espada a la Eretz(tierra), nos está diciendo literalmente de esos pleitos causados por El, de su presencia en la vida del que lo sigue; de que si le seguimos fielmente habrá consecuencias en nuestra jai(vida), en nuestra mispahah(familias) y aún con nuestras amistades, y nosotros debemos estar conscientes de esas consecuencias de las que nos está hablando nuestro Adon Yahushua.
Y cuando entramos en esa conciencia de lo que va a implicar seguirle, entonces ya nosotros en lo personal decidimos si aceptamos ese llamado del Mashiah o no. Hay quien no lo acepta porque “no les gusta tener problemas con nadie”, y prefieren no meterse en broncas.
Pero hay otros que si lo aceptamos pese a lo que pase en nuestras Jaim(vidas)( y yo soy uno de ellos). los que no sólo fuimos llamados y aceptamos, sino que además los que están inscritos en el sefer de la jaim seguro serán parte de los escogidos en el malkuth venidero del Mashiah en la eretz.
O que si en una mispahah(familia) cualquiera, hay una niña que va entrando a la adolescencia y que a causa de esa pubertad está de un carácter insoportable e incontrolable, y que a causa de esa tremenda rebeldía entra en contiendas constantes con la madre.
O que si en un hogar el esposo es alcohólico y por eso tiene de enemigos a toda su mispahah(familia); ya no lo quieren tener allí… No, para nada, esas son situaciones definitivamente causadas por otro tipo de problemáticas que día a día van ganando terreno en la gran mayoría de la sociedad, y que mientras sigamos sin hacer nada al respecto el enemigo lo va a seguir aprovechando para seguir destruyendo por completo a la humanidad.
Lo que el Rabi Yahushua nos está diciendo en este pasuk es que cuando le conocemos y tenemos la convicción de aceptar su llamado y seguirle, entonces eso va a implicar, de parte de nosotros, una fidelidad constante y definitiva a nivel espiritual que va a traernos consecuencias terribles en el terreno físico.
Las consecuencias: contiendas en nuestra casa, pleitos, conflictos que muchas veces nos arrastrarán a divisiones irremediables con los integrantes de la mispahah(familia), ya que muchas veces no son convertidos al verdadero Mashiah de Yisrael su nombre es YAHUSHUA, por lo tanto no aceptan que nosotros sí lo seamos y por eso en gran cantidad de casos se dedican a hacernos la vida imposible.
El padre terrenal de mispahah(familia) prefiere que el hijo que es creyente en el Mashiah, por ejemplo, se dedique a andar con mujeres e insiste hasta que finalmente lo consigue; la madre que conoce que la hija es creyente en el Mashiah, entonces le carga la mano con los que haceres de la casa con tal de no dejarle tiempo para estudiar la torah.
O tenemos el caso de la suegra, que en cuanto descubre que la nuera es hija de YAHWEH, entonces se enoja terriblemente en contra de ella porque dice que por eso descuida a su hijito, que ya no lo atiende como antes, y se dedica a hacerle dramas a la nuera peores que el propio marido; en fin.
Eso es lo que el Rabi Yahushua nos está manifestando en este pasuk; que muchos de los pleitos y disensiones que hay en los hogares serán por amarle, por seguir su camino, sus pasos; por eso cuando dice: No he venido a traer Shalom, sino espada a la Eretz(tierra), nos está diciendo literalmente de esos pleitos causados por El, de su presencia en la vida del que lo sigue; de que si le seguimos fielmente habrá consecuencias en nuestra jai(vida), en nuestra mispahah(familias) y aún con nuestras amistades, y nosotros debemos estar conscientes de esas consecuencias de las que nos está hablando nuestro Adon Yahushua.
Y cuando entramos en esa conciencia de lo que va a implicar seguirle, entonces ya nosotros en lo personal decidimos si aceptamos ese llamado del Mashiah o no. Hay quien no lo acepta porque “no les gusta tener problemas con nadie”, y prefieren no meterse en broncas.
Pero hay otros que si lo aceptamos pese a lo que pase en nuestras Jaim(vidas)( y yo soy uno de ellos). los que no sólo fuimos llamados y aceptamos, sino que además los que están inscritos en el sefer de la jaim seguro serán parte de los escogidos en el malkuth venidero del Mashiah en la eretz.
Para concluir en otras palabras, Cuando Yahushua ha Mashiah dijo: “No piensen que he venido a traer Shalom a la eretz. No he venido a traer Shalom, sino espada”. Saliéndome del texto citado en mi propia opinión, el Mashiah en su pensamiento pudo haber sido este: “No piensen que mi enseñanza se establezca pacíficamente; traerá batallas con las personas de otras creencias del mundo, a las que se inventaran otros nombres que no es el mío y les servirán de pretexto, porque los hombres no me habrán comprendido o no me habrán querido comprender; las personas separados por sus creencia del mundo sacarán la espada uno contra otro, y la espada reinará entre los miembros de una misma mishpaháh (familia) que no tendrá la misma Emunah. Yo he venido a obedecer la torah lo que el ser humano desobedeció y poner la torah viva en la Eretz para limpiarla de los errores y de las preocupaciones, del mismo modo que se pone herbicidas en un campo para destruir las malas hierbas, y por mi parte quiero que mi enseñanza sea para que la purificación sea más pronta, porque de este conflicto saldrá triunfante la verdad; a la batalla sucederá la shalom, al encono de las personas la fraternidad universal, a las tinieblas del fanatismo la lumbrera de la emunah razonada.
Entonces, cuando el campo esté preparado, “os enviaré el Consolador, el Ruah de Verdad que vendrá a restablecer todas las cosas”; es decir, que haciendo conocer el verdadero sentido de mis palabras, que los hombres, ya más ilustrados, podrán por fin comprender, pondrán término a la batalla fratricida que hay disensión a los hijos de un mismo Eloh.
Cansados, por último, de un combate sin consecuencias, que arrastra tras sí la desolación y lleva la turbación hasta el seno de las mishpaháh (familias), los hombres reconocerán en dónde están sus verdaderos intereses para este tebel(mundo) y para el otro; verán de qué lado están los amigos y enemigos de su shalom.
Entonces todos se agruparán bajo una misma Bandera: la de la rahamin y el Ahavah, y las cosas se restablecerán en la eretz según la verdad y los principios que os he enseñado”.
En el tiempo predicho, las promesas de Mashiah; sin embargo, esto no puede hacerse sin destruir los abusos; como Yahushua, encuentra a su paso el orgullo, el egoísmo, la ambición, la avaricia y el ciego fanatismo, que, acosados en sus últimos atrincheramientos, intentan cortarle el camino y le suscitan trabas y persecuciones; por esto le es necesario también combatir; pero el tiempo de las batallas y de las persecuciones violentas ha pasado; las que se tendrán que sufrir serán enteramente morales, y el término se acerca; las primeras han durado siglos; éstas durarán apenas algunos años, porque la lumbrera, en lugar de salir de una sola luminaria, sale de todos los puntos del tebel(mundo) y abrirá más pronto los ojos a los ciegos.
Aquellas palabras de Yahushua deben, pues, entenderse en el sentido de que manifestaban la cólera que él preveía que su enseñanza iba a levantar los conflictos momentáneos que iban a ser su consecuencia, las batallas que tendrían que sostenerse antes de establecerse, como sucedió con los Hebreos antes de entrar en la eretz prometida, y no como un designio premeditado por su parte de sembrar el desorden y la confusión.
El mal debía venir de los hombres y no de Él.
Es como el médico que va a sanar, pero cuyos remedios provocan una crisis saludable removiendo los humores malsanos del enfermo.
Entonces, cuando el campo esté preparado, “os enviaré el Consolador, el Ruah de Verdad que vendrá a restablecer todas las cosas”; es decir, que haciendo conocer el verdadero sentido de mis palabras, que los hombres, ya más ilustrados, podrán por fin comprender, pondrán término a la batalla fratricida que hay disensión a los hijos de un mismo Eloh.
Cansados, por último, de un combate sin consecuencias, que arrastra tras sí la desolación y lleva la turbación hasta el seno de las mishpaháh (familias), los hombres reconocerán en dónde están sus verdaderos intereses para este tebel(mundo) y para el otro; verán de qué lado están los amigos y enemigos de su shalom.
Entonces todos se agruparán bajo una misma Bandera: la de la rahamin y el Ahavah, y las cosas se restablecerán en la eretz según la verdad y los principios que os he enseñado”.
En el tiempo predicho, las promesas de Mashiah; sin embargo, esto no puede hacerse sin destruir los abusos; como Yahushua, encuentra a su paso el orgullo, el egoísmo, la ambición, la avaricia y el ciego fanatismo, que, acosados en sus últimos atrincheramientos, intentan cortarle el camino y le suscitan trabas y persecuciones; por esto le es necesario también combatir; pero el tiempo de las batallas y de las persecuciones violentas ha pasado; las que se tendrán que sufrir serán enteramente morales, y el término se acerca; las primeras han durado siglos; éstas durarán apenas algunos años, porque la lumbrera, en lugar de salir de una sola luminaria, sale de todos los puntos del tebel(mundo) y abrirá más pronto los ojos a los ciegos.
Aquellas palabras de Yahushua deben, pues, entenderse en el sentido de que manifestaban la cólera que él preveía que su enseñanza iba a levantar los conflictos momentáneos que iban a ser su consecuencia, las batallas que tendrían que sostenerse antes de establecerse, como sucedió con los Hebreos antes de entrar en la eretz prometida, y no como un designio premeditado por su parte de sembrar el desorden y la confusión.
El mal debía venir de los hombres y no de Él.
Es como el médico que va a sanar, pero cuyos remedios provocan una crisis saludable removiendo los humores malsanos del enfermo.
Shalom lehulam
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